Fundación María José

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Transformando el Cáncer Infantil en oportunidad de Esperanza y Vida

Todo comenzó cuando Diosito le cumplió el deseo a mi mami y a mi papi, de concebirme después de un exitoso tratamiento asistido de fertilidad. No sabía lo maravilloso que era sentirse tan amada; mami sonreía al verme en cada amanecer, a papi se le asomaba una pequeña gota de agua en los ojos cada vez que yo hacía algo, creo que son las expresiones de los sentimientos del alma cuando tu corazón expresa amor a cada instante. Todo marchaba bien hasta que cumplí 16 meses de nacida, me sentía cansada, estaba irritada, no quería jugar y ya mi sonrisa casi no se asomaba en mi pequeño rostro. Mami tenía una mirada triste, lloraba constantemente, porque poco a poco veía como me ponía delgada y ella, constantemente llamaba a mi pediatra, el Dr. Castellanos; fueron 45 días de angustia y estrés; jamás olvidaremos aquel 12 de mayo del 2003, pues con mi salud deteriorada, empecé un largo proceso lleno de exámenes, medicamentos, inyecciones y hasta largas hospitalizaciones.

 

 Encontraron un extraño tumor en mi cuerpo, el médico dijo que el diagnóstico era “Neuroblastoma Abdominal” un cáncer que normalmente se presenta en bebés, aunque es uno de los diagnósticos menos comunes. Por supuesto, no entendía nada, pero mis papitos sí, y un dolor gigante retumbó en sus corazones. No lo dije, pero en el fondo, lo sabía. Sin embargo, su amor fue, y sé que aún es tan grande que no había lucha alguna que ellos no pudieran superar. La esperanza, la fe y la entrega, además del infinito amor, eran la constante en nuestras vidas.

 

A pesar de la fortaleza con la que estábamos enfrentando este tratamiento contra el cáncer, la tristeza y los niveles emocionales, tanto de mis padres como los míos, subían y bajaban. Los temores y vacíos estaban presentes, se incrementaron las dudas y la incertidumbre, aunque jamás estuvimos solos

 

Recibí bendiciones en cada momento de mi diagnóstico y tratamiento, un apoyo firme y constante, sin embargo, mami sentía que todos los niños que vivíamos esta enfermedad teníamos las mismas oportunidades, pero lamentablemente esto era lejano a la realidad.

 

Lastimosamente, mi diagnóstico fue tardío, con una sola toma de sangre hubiese sido el inicio de un gran paso para descubrir a tiempo lo que me sucedía, por ello, el tratamiento no tuvo los resultados que esperábamos.

 

El 3 de abril del 2004 partí junto a Dios con el compromiso de que fuese en el cielo un hermoso angelito consentido. Siete meses después de mi partida, mi mamita decidió emprender un proyecto que nació de nuestra experiencia personal y directa con el cáncer. Una misión tan preciada e importante que desde lo más profundo de mi corazón le encomendé: ayudar a todos los niños diagnosticados de cáncer y a sus familias como un complemento al tratamiento médico, porque es difícil… sí que lo es.

 

Mami dice que todos tenemos una misión en el transcurso de nuestra vida, y la mía no podría ser diferente. Así fue como inició mi gran Legado, FUNDACIÓN MARÍA JOSÉ, PEQUEÑOS Y GRANDES HÉROES. El 4 de noviembre del 2004 abrimos las puertas de nuestro recinto de apoyo y amor para todos los niños, niñas, adolescentes y jóvenes con cáncer y sus familias.

NUESTRO EQUIPO

YIPSEL BELLO
Directora

ALEJANDRA QUINTERO
Psicóloga Clínica

ROIMER JESID MARQUEZ
Gestor de Proyectos

IIIIIIIIIIII
Psicóloga Social
Gestora Programa Plan
Padrino Apapachando

LEIDY VIVIANA ZARATE
Gestora Programa Ambiental
"Gira la tapa ayuda a la lata"

CIFRAS DE LA FUNDACIÓN

Acompañamientos de atención psicológica: 19.950

Asesorías jurídicas: 580

Apoyos nutricionales: 1.070

Canastas básicas familiares: 24.332

Ayudas en mobilidad: 5.474

Kits de aseo y vestuario: 1.770